El estrés es reconocido por sus efectos físicos en el cuerpo, aumentando la posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, debilitando la respuesta inmunológica y dando lugar a comportamientos poco saludables. Un reciente estudio publicado en JAMA Network Open examinó esta conexión y descubrió que los individuos con altos niveles de estrés tenían una mayor probabilidad de presentar factores de riesgo cardiovascular no controlados y adoptar hábitos de vida poco saludables.
El estudio reveló que el estrés crónico estaba vinculado a un aumento en los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial y el colesterol elevado, que no estaban siendo adecuadamente controlados en los participantes. Además, aquellos con altos niveles de estrés eran más propensos a tener estilos de vida poco saludables, como fumar y llevar a cabo una actividad física insuficiente.
Estos hallazgos subrayan la importancia de abordar el estrés de manera efectiva, no solo por sus repercusiones en la salud mental, sino también por su impacto negativo en la salud física. La relación entre el estrés y los problemas cardiovasculares no controlados resalta la necesidad de estrategias para gestionar el estrés y una atención integral de la salud que aborde tanto los aspectos físicos como los emocionales.
Es fundamental reconocer el impacto del estrés en la salud general y buscar formas de reducirlo y manejarlo de manera efectiva. Esto puede incluir técnicas de relajación, terapia cognitivo-conductual, ejercicio regular, apoyo social y la adopción de hábitos de vida saludables.
Este estudio resalta la estrecha relación entre el estrés, los factores de riesgo cardiovascular no controlados y los comportamientos poco saludables. El manejo adecuado del estrés se vuelve crucial para mantener una buena salud física y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Fuentes:https://edition.cnn.com/2023/03/07/health/high-stress-lower-cognition-study-wellness/index.html
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